domingo, 28 de agosto de 2016

RELACIÓN ENTRE USO DE COMPUTADORAS COMO HERRAMIETAS


Paulo Freire (1970), en Pedagogía del Oprimido, formuló una visión educativa crítica cuyo fin constituye la liberación intelectual de los estudiantes. Dicha percepción del quehacer educativo se opone por completo a la educación tradicional, la cual denominó “educación bancaria”: En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias, reciben pacientemente, memorizan y repiten. Tal es la concepción “bancaria” de la educación, en que el único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos. 

Margen que sólo les permite ser coleccionistas o fichadores de cosas que archivan. (p. 52) Nótese que el modelo anterior se ajusta casi en su totalidad al modo en que se enseña a utilizar las computadoras. A los docentes se les entrena a seguir un patrón lineal, cuasi-infalible, para el uso de la herramienta informática y éstos reproducen el patrón en sus alumnos. Aunque muchos, al igual que Freire, se oponen a un modelo educativo pasivo como el de “educación bancaria”, son pocos los que perciben la naturaleza dispar y opresiva de dicho modelo que Freire subraya: En la visión “bancaria” de la educación, el “saber”, el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Donación que se basa en una de las manifestaciones instrumentales de la ideología de la opresión. (1970, p. 52).

 
El efecto de opresión se vuelve con frecuencia más fuerte cuando se involucra el uso de computadoras en el quehacer educativo, pero dicha realidad tiende a pasar inadvertida. Así, las clases “avanzadas” de recursos tecnológicos (entre los cuales las computadoras desempeñan un papel principal) para los futuros docentes y los talleres de actualización para los docentes con experiencia se limitan a mostrar unos cuantos recursos informáticos, pero no promueven ninguna visión crítica de estos. Por ejemplo, los futuros educadores aprenden a crear presentaciones con PowerPoint, pero no se les enseñan aspectos básicos de la herramienta, tales como instalarla en caso de que carezcan de ella en sus equipos. ¿Y qué sucedería si un estudiante no utiliza Windows y, por ende, no posee acceso al resto de paquetes de Microsoft, incluyendo PowerPoint? ¿Está el docente capacitado para promover el mismo aprendizaje en la clase utilizando otra suite ofimática? ¿Acaso es consciente siquiera de la existencia de otras suites ofimáticas? ¿Se cuestionó el docente por qué utiliza la suite ofimática cuyo uso le está enseñando a sus estudiantes, o por qué la está promoviendo indirectamente? Lo más probable es que si un estudiante, en un curso como el mencionado con anterioridad, no posee PowerPoint, su profesor “naturalmente” le pedirá.



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